Posturas de yoga para una rutina nocturna relajante

Tema elegido: Posturas de yoga para una rutina nocturna relajante. Crea un atardecer más amable con tu cuerpo y tu mente, baja revoluciones y cultiva el descanso consciente. Acompáñanos hoy, comparte tus sensaciones en los comentarios y suscríbete para recibir nuevas secuencias calmantes cada semana.

Ritual de inicio con intención

Siéntate sobre una manta, cierra los ojos y elige una palabra guía, como calma o suavidad. Respira cinco veces de forma lenta, alargando la exhalación. Siente cómo desciende el día, deja el móvil lejos, y cuéntanos qué intención eliges hoy.

Iluminación y temperatura favorables

Atenúa las luces, usa una lámpara cálida o una vela segura, y evita pantallas brillantes. Ten una manta a mano para mantener el calor, ya que el cuerpo se relaja mejor cuando no pasa frío. ¿Cuál es tu luz favorita para practicar por la noche?

Espacio pequeño, calma grande

No necesitas un salón enorme: una esterilla al lado de la cama es suficiente. Retira lo que distrae, coloca tus accesorios y permite que el espacio te invite a bajar el ritmo. Comparte una foto o describe tu rincón nocturno ideal en los comentarios.

Secuencia base de posturas calmantes

01

Balasana para rendirte al descanso

Desde cuatro apoyos, lleva las caderas hacia los talones, rodillas separadas y frente al suelo o sobre un bloque. Coloca una manta bajo la frente para liberar tensiones. Permanece respirando lento. Dinos cuántas respiraciones te ayudan a ablandar hombros y mandíbula.
02

Piernas en la pared para aliviar la tarde

Acércate a la pared y eleva las piernas con la pelvis cómoda. Siente cómo se desinflan las pantorrillas y descansa de pie. Quédate entre cinco y ocho minutos, respirando sin prisa. Si la zona lumbar molesta, añade una manta bajo la pelvis para mayor soporte.
03

Pinza sentada consciente

Siéntate con piernas extendidas y, con rodillas suaves, inclínate desde las caderas. Usa un cinturón en los pies para sostener sin esfuerzo. Alarga la exhalación y observa cómo la espalda posterior se entrega. Comenta si te resulta más amable con una manta bajo las caderas.

Respiración que apaga el ruido del día

Inhala contando cuatro, exhala contando seis u ocho, sin forzar. Imagina que sueltas el día en cada salida de aire. Este patrón ayuda a calmar la mente y relajar la musculatura profunda. ¿Qué conteo te resulta más natural al caer la noche?

Respiración que apaga el ruido del día

Con la mano derecha, alterna suavemente las fosas nasales, manteniendo hombros relajados y rostro sereno. Enfócate en la calidad del aire, más que en la perfección técnica. Practica dos o tres minutos. Cuéntanos si sientes la mente más clara después.

Respiración que apaga el ruido del día

Realiza dos pequeñas inhalaciones por la nariz seguidas de una exhalación larga por la boca, como un suspiro. Repite cinco veces y escucha el alivio en pecho y garganta. Integra este recurso cuando notes inquietud. ¿Lo incluirás en tu rutina nocturna relajante?

Cuello, hombros y espalda: liberar lo acumulado

Desde cuatro apoyos, alterna arqueo y redondeo con una respiración suave. Enfócate en extender el movimiento desde la pelvis hasta la coronilla. Tres minutos bastan para desbloquear la columna. Comparte cómo cambia tu sensación de espalda tras este ritmo pausado.

Accesorios que amplifican el descanso

Usa un cojín largo bajo la columna en posturas reclinadas para abrir el pecho sin esfuerzo. Coloca bloques donde el cuerpo pida apoyo, sin timidez. Haz de la comodidad tu guía. ¿Qué combinación de accesorios te invita a quedarte un minuto más?

Cierre consciente para invitar al sueño

Savasana que escucha al cuerpo

Acuéstate cómodo, suelta mandíbula y lengua, y realiza un escaneo corporal de pies a cabeza. Deja caer el peso hacia el suelo. Quédate de ocho a diez minutos. Luego cuéntanos, ¿qué parte del cuerpo te habló primero cuando por fin te rendiste?

Tres líneas en tu diario nocturno

Anota tres cosas por las que agradeces hoy, una sensación corporal agradable y una imagen que quieras llevar al sueño. Este pequeño gesto enfoca la mente en lo nutritivo. ¿Qué gratitud te acompaña esta noche? Compártela para inspirar a otros.

Historias que inspiran una noche serena

Lucía decidió quince minutos de posturas calmantes antes de mirar mensajes. En dos semanas, notó que dormía más rápido y despertaba menos cansada. Su secreto fue la exhalación larga. ¿Te animas a probar su enfoque esta noche y contarnos cómo te va?

Historias que inspiran una noche serena

Mateo llegaba tenso del trabajo. Cinco minutos con piernas en la pared y una manta sobre el abdomen redujeron su agitación. Dice que ahora conversa con serenidad antes de dormir. ¿Qué postura te cambia el humor nocturno con más rapidez?
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